La inflación sigue siendo un tema de preocupación en 2024, afectando no solo los precios al consumidor, sino también los costos de operación en edificios y condominios. Elementos esenciales de los gastos comunes, como los servicios de electricidad, agua y gas, han aumentado en sus tarifas, generando un impacto directo en el presupuesto de los copropietarios. Esto significa que, en muchos casos, las comunidades deben ajustar sus cobros para cubrir estos servicios básicos, lo que incrementa significativamente los gastos comunes.

Además, el encarecimiento de la mano de obra es otro efecto de la inflación que ha impactado fuertemente a las comunidades residenciales. Los salarios de conserjes, personal de limpieza, y de mantenimiento suelen ajustarse de acuerdo con el índice inflacionario, lo que implica un gasto mayor para los residentes. Este aumento se vuelve especialmente desafiante para las comunidades que requieren personal en turnos 24/7 o que deben hacer reparaciones constantes, pues deben pagar montos más altos para mantener el servicio.

Finalmente, la inflación también afecta los costos de materiales y suministros necesarios para el mantenimiento de áreas comunes y reparaciones imprevistas. Los insumos básicos como pintura, herramientas y piezas de recambio han subido de precio, por lo que cualquier proyecto de mantenimiento, renovación o mejora se vuelve más costoso. Esto no solo repercute en el gasto mensual, sino que muchas veces lleva a posponer proyectos o reducir la frecuencia de ciertos servicios, afectando la calidad de vida en los edificios y condominios.